
No era necesario que el político ucraniano «entrara allí y se volviera un antagonista», dijo el secretario de Estado de EE.UU.
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No era necesario que el político ucraniano «entrara allí y se volviera un antagonista», dijo el secretario de Estado de EE.UU.
Los recientes movimientos de barcos y aviones de EE.UU. en la región han generado rechazo y alarma.
La iniciativa surge tras un aumento del número de desertores, con 14.600 soldados ultraortodoxos fuera de filas.